El Hip hop es el nombre que le dio Africa Bambaata a un movimiento cultural que se estaba dando entre los años 1960 y años 1970 en las comunidades hispanoamericanas y afroamericanas de las barriadas pobres neoyorquinas como el Bronx, Queens , Brooklyn... Este movimiento incluía: Música (Funk, Rap, Salsa, DJing…), Baile (Hustle, Up-Rocking, Lindy Hop, Popping, Locking…) y Pintura (aerosol, bombing, murals, political graffiti…). Fue únicamente el bautizar con un nombre a algo que llevaba tiempo ocurriendo. Fué años mas tarde cuando KRS One originario del Bronx quiso unificar en 4 los elementos del Hip Hop: MCing (o rapping), el DJing (o turntablism), el Breakdancing (o BBoying), y el Graffiti. Esto lo hizo con la idea de simplificar la definición de Hip Hop, pero para muchos esto puede resultar confuso ya que detrás de estos nombres hay otros elementos que quedan excluidos al simplificar el Hip Hop en 4 grupos, como el Beatboxing, Murales, Popping, Locking, el UprockingLa unión de dos de los elementos, el MC (Master of Ceremony) y el DJ (Disc Jockey), conforman el estilo musical del Hip hop: el Rap
El BBoying Es el baile popularmente conocido como breakdance. A la persona que practica este baile, se le denomina Bboy, B girl o Fly girl , breaker o breakdancer
El Graffiti es la rama artística de la cultura aplicada sobre superficies urbanas. La estética de los graffitis ha influido en la historieta (como en las tiras de The Boondocks) y en el diseño de ropa, portadas de discos, y otros objetos. A los que practican este elemento son writers o escritores. Hay otros estilos de graffiti que no tienen porque formar parte del graffiti en la cultura Hip Hop. son: radical & political graffiti, street art & post graffiti, graffiti generado por ordenador, etc.
El beatboxing Este arte originario de los Mayas y que mas actualmente resurgió en NY, es la técnica de emular sonidos de percusión o instrumentos propios de la música rap con la boca. Los practicantes de este elemento se les conoce como Beatboxers o Human Beatboxers.
El jazz se caracteriza por eludir la ejecución de las interpretaciones a partir de la lectura fiel de una partitura (sin que ello quiera sugerir que sus músicos no dominan el lenguaje musical): la base de la interpretación jazzística y, consecuentemente, del estilo, es la improvisación, aunque en sí misma no sea la única característica definitoria del jazz; en cualquier caso, excepto en algunos casos de free jazz o de jam session, donde sí puede darse el caso de que no se trabaje sobre ningún tema ya conocido, improvisar significa que el intérprete recrea libremente el tema en cada ejecución del mismo sobre una determinada estructura armónica, ya sea en directo o en un estudio de grabación: la melodía es solo un pretexto para desarrollar una posible interpretación de la misma. En este sentido, la música de jazz se centra más en el intérprete que en el compositor.
La improvisación diferencia de forma primordial al jazz de otros estilos musicales de la tradición musical occidental, como la música clásica europea (aunque la improvisación también formase parte importante de la música clásica durante el periodo barroco, cuyos compositores dedicaron horas de estudio a las variaciones). En este sentido, el jazz recupera en la música occidental la improvisación como esencia musical, como existe en la mayor parte de las tradiciones musicales de origen no europeo, de las que también bebe el jazz, especialmente de los ritmos africanos, con predominio del uso de síncopas y de determinadas formaciones orquestales.
En cuanto a su repercusión pública, la subordinación de la melodía, el factor más valorado, por ejemplo, en la música pop, a la libertad creativa del artista, ha alejado históricamente al jazz de una presencia comercial masiva.
El formato de los temas jazzísticos es, en la mayoría de las interpretaciones, el del blues y el de la canción popular.
El patrón subyacente sobre el que se delinean melodías sincopadas y figuras rítmicas (frecuentemente, un ritmo aditivo[3] ) es metronómico y la organización armónica tonal emplea frecuentemente la escala del blues con fines melódicos. Son habituales recursos como las blue notes, las síncopas, los ritmos múltiples, los vibratos, los glissando...
El jazz es habitualmente interpretado por formaciones en las que destaca un instrumento solista acompañado de una sección rítmica (al menos, una batería, un contrabajo o bajo eléctrico y algún instrumento armónico como el piano, el banjo o la guitarra). Las formaciones pueden ser muy variables, desde solistas sin acompañamiento, grupos de solistas sin sección rítmica hasta las grandes Big Bands en las que la improvisación juega un papel secundario. La libertad interpretativa, que es definitoria del jazz, ha llevado al uso de un término histórico, swing, como sinónimo de una determinada calidad rítmica que es percibida de una forma completamente subjetiva en algunas interpretaciones, de las que se puede decir que tienen swing como un elogio.